EL JEFE DE PROYECTO
Si quieres que algo funcione, designa
a un responsable. |
El Jefe de Proyecto se destaca como la
figura clave en la planificación, ejecución y control del proyecto
y es el motor que ha de impulsar el avance del mismo mediante la toma de
decisiones tendentes a la consecución de los objetivos. El Jefe de
Proyecto es un verdadero jefe, es decir, tiene poder ejecutivo y autoridad
para mandar y tomar decisiones dentro del ámbito y objetivos del
proyecto. No es un mero coordinador o animador, como en algunas ocasiones
se piensa. De la misma forma, tampoco sería correcto pensar que el Jefe de
Proyecto tiene un poder absoluto y dictatorial sobre el mismo, ya que se
encuentra inmerso en la estructura y organización de la
empresa.
Las relaciones básicas del Director de Proyecto
con otras unidades o personas dependen, en gran medida, de la estructura
organizativa que posea la organización. A continuación se muestra el caso
de una empresa que sigue una estructura orientada a proyectos, donde se
observa la importancia del Director de Proyecto.
Es necesario hacer mención a una característica
importante como es el carácter transitorio de todo proyecto, lo que hace
que la misión de un Jefe de Proyecto tenga la misma naturaleza temporal.
Al término de un proyecto, el Jefe del mismo puede pasar a dirigir otro o
a formar parte de su equipo, pero también puede pasar a desarrollar alguna
actividad de tipo permanente dentro de la organización. Facilitar esa
integración a la estructura habitual debe ser una tarea no despreciada por
la empresa, evitando así el "hacer pasillos" al que se ven sometidos
muchos directores de proyecto entre una operación y otra.
DE QUÉ SE OCUPA
La misión del Director de Proyecto podría
resumirse en: dirigir el equipo de que dispone para
alcanzar los objetivos del proyecto. Más concretamente, podemos
destacar las siguientes funciones específicas:
- Colaboración con el cliente en la definición
y concreción de los objetivos del proyecto.
- Planificación del proyecto en todos sus
aspectos, identificando las actividades a realizar, los recursos a poner
en juego, los plazos y los costos previstos.
- Dirección y coordinación de todos los
recursos empleados en el proyecto.
- Mantenimiento permanente de las relaciones
externas del proyecto: clientes, proveedores, subcontratistas, otras
direcciones, etc.
- Toma de decisiones necesarias para conocer
en todo momento la situación en relación con los objetivos
establecidos.
- Adopción de las medidas correctoras
pertinentes para poner remedio a las desviaciones que se hubieran
detectado.
- Responder ante clientes y superiores de la
consecución de los objetivos del proyecto.
- Proponer, en su caso, modificaciones a los
límites u objetivos básicos del proyecto cuando concurran circunstancias
que así lo aconsejen.
Esta definición de funciones no puede
considerarse exhaustiva. En cada entidad sería necesario hacer una
definición de funciones más concreta y adaptada a las características
particulares de cada proyecto.
EL PERFIL DE UN JEFE DE
PROYECTO
El Jefe de Proyecto debe tener una perspectiva
mucho más amplia que el conocimiento de las implicaciones técnicas
relativas al proyecto. Se trata de un gestor que necesita un triple
perfil:
- Técnico
El dominio de la
tecnología principal del proyecto es el punto de partida necesario para
que el Jefe de Proyecto pueda comprender los puntos clave del mismo,
planificar los recursos, generar ideas y soluciones eficaces, controlar la
calidad, etc.
- Gestor
Pero el Jefe de
Proyecto también debe poseer una notable aptitud gestora, pues no sólo se
encarga de una dimensión técnica, sino que debe controlar y conseguir
todos los objetivos del proyecto, incluyendo los financieros y de plazo,
que suelen ser los más críticos y más frecuentemente
incumplidos.
- Relaciones personales
El Jefe de Proyecto
debe poseer una capacidad destacada para las relaciones personales, puesto
por un lado, es el representante principal del proyecto ante clientes,
proveedores, subcontratistas, otras direcciones funcionales, la propia
empresa..., y por otro, debe dirigir a un conjunto de personas sobre los
que normalmente no tiene poder jerárquico, y por lo tanto, es necesario
hacerlo con grandes dosis de autoridad personal, tacto, habilidad y
capacidad de convicción.
ESTILO
DIRECTIVOS
La habilidad de un Jefe de Proyecto para ganar
el apoyo de otros depende de su manera de dirigir. Si bien el estilo de
influencia se compone de una parte de autoridad personal y una política de
recompensas o castigos, el Jefe de Proyecto no tiene capacidad directa de
influir sobre las segundas (sí podrán hacerlo indirectamente a través de
informes formales o informales) pues son competencia de los responsables
funcionales.
A continuación se muestra una relación donde se
identifican nueve bases de influencia sobre el estilo directivo,
datos1 recogidos durante una serie de seminarios sobre
dirección de proyectos. Están ordenados en orden de mayor a menor
importancia para los propios directivos:
- Conocimiento: Capacidad
para ganar apoyo, debido a que el personal del proyecto posee una
experiencia o conocimiento especiales; es decir, se considera que posee
conocimientos que ellos estiman importantes.
- Autoridad: Capacidad para ganar apoyo, debido a que el personal
del proyecto percibe que el jefe de proyecto tiene poder para dar
órdenes..
- Desafío del
trabajo: Capacidad para ganar apoyo,
basado en el disfrute personal mientras se realiza un tipo particular de
trabajo; orientado a la motivación intrínseca del personal.
- Amistad: Capacidad para ganar apoyo, debido a que el personal
del proyecto se siente atraído personalmente hacia el jefe de proyecto,
al proyecto o ambos. Este poder de la amistad o poder referente y
el de conocimiento, a diferencia del de autoridad, no es otorgado por la
Dirección de la organización, sino que se gana a través de su relación
con los integrantes del equipo.
- Asignación de futuras
tareas: Capacidad para ganar apoyo,
debido a que el personal percibe que el jefe de proyecto es capaz de
influir en la asignación de sus tareas futuras.
- Distribución de
recursos: Capacidad para ganar apoyo,
debido a que el personal percibe que el jefe de proyecto tiene el poder
de asignar recursos financieros (presupuesto).
- Promoción: Capacidad para ganar apoyo, debido a que el personal
del proyecto piensa que el jefe de proyecto puede otorgar recompensas
organizativas.
- Salario: Capacidad para ganar apoyo, debido a que el personal
del proyecto percibe al jefe de proyecto como capaz de dispensar
directamente recompensas económicas.
- Penalización: Capacidad
para ganar apoyo, debido a que el personal siente que el jefe de
proyecto puede aplicar penalizaciones que desean evitar. El poder basado
en penalización está inexorablemente unido al poder basado en
recompensa, siendo uno una condición necesaria para el otro.
Existe una estrecha relación
entre el estilo de influencia y el estilo de resolución de
conflictos, encontrando que ciertos modos de influencia tienden a
usarse junto con ciertos modos de resolución de conflictos. De esta forma,
resultados al respecto indican que los jefes de proyecto que ponen énfasis
en sus conocimientos y en el reto del trabajo como bases de influencia,
tienden a resolver los conflictos por confrontación y a evitar la
retirada, lo que parece lógico puesto que cuanto más experto es un jefe de
proyecto, más capacidad tiene para evaluar y cuestionar el progreso y la
calidad del trabajo. Por otro lado, aquellos jefes de proyecto que se
basan en la amistad para obtener una mejor colaboración con los
subordinados, tienden más a los modos de resolución de conflictos de
compromiso, conciliación y retirada.
CÓMO ACTÚAN
Si se relaciona el estilo de influencia del
jefe de proyecto, los modos que utiliza para resolver los conflictos y el
nivel de resultado global del proyecto, se llega a cuatro conclusiones
globales en relación con las prácticas reales de dirección.
- Parece que los jefes de proyecto no adoptan
un estilo de dirección que minimice la conflictividad global de sus
proyectos.
Las bases de influencia que los jefes
de proyecto piensan que son más importantes, como experiencia, autoridad
y reto en el trabajo, no están asociadas a menores grados de conflicto
que las demás. Es decir, en proyectos complejos los conflictos son
inevitables, y la buena realización de los trabajos depende a menudo del
acierto con que el jefe de proyecto pueda resolver una cantidad de
cuestiones conflictivas delicadas , sin poner en peligro el calendario
acordado, el presupuesto o los parámetros
acordados.
- La eficacia de los modos de
resolución de conflictos está determinada en gran medida por la
situación.
A menudo, la
conflictividad sobre diferentes cuestiones, como fechas, prioridades o
recursos humanos, se origina debido a las interacciones del jefe de
proyecto con diferentes elementos de la empresa. Por ello, gestionar
diversas situaciones de conflicto requiere por su parte un alto grado de
adaptabilidad a diferentes situaciones para encontrar el modo más
apropiado de resolución de los conflictos.
- Los jefes de proyecto
presentan generalmente mayor flexibilidad para alterar sus modos de
resolución de conflictos que para modificar sus estilos de
influencia.
Algunos
modos de resolución de conflictos pueden funcionar mejor que otros al
aplicarlos sobre una cuestión dada, o sobre unos integrantes del grupo u
otros. Sin embargo, alterar el estilo de dirección parece que les
resulta más difícil. Aunque un jefe de proyecto puede intentar tratar
con sus diferentes interlocutores de forma diferente, lo más probable es
que en sus relaciones con una interfaz específica utilice siempre el
mismo estilo. El cambio continuo podría conducir a confusión y
desconfianza por parte de sus interlocutores.
- Cuanto menos utilizan los
jefes de proyecto las bases de influencia derivadas de la organización
como autoridad, salario y penalización, y más se basan en el reto del
trabajo y en el conocimiento, reciben una valoración más alta de su
habilidad para resolver de forma eficaz los conflictos y para dirigir
proyectos.
El reto del
trabajo está más relacionado con la integración de los objetivos
personales de los componentes del equipo en los objetivos del proyecto
que otros modos de influencia, que parecen más proclives a
adaptarlos. El reto del trabajo está principalmente orientado
hacia la motivación intrínseca del personal, mientras que los
otros métodos están más dirigidos hacia las recompensas
extrínsecas. Y no se puede olvidar que cuando se piensa que la
autoridad es inmerecida, su uso puede aumentar la conflictividad.
CÓMO MEJORAR LA EFICACIA DEL JEFE DE
PROYECTO
A continuación se muestra un conjunto de
sugerencias que pueden incrementar potencialmente la eficacia del jefe de
proyecto para resolver conflictos y, en último lugar, para mejorar el
resultado global del programa.
La gestión eficaz de la comunicación es uno de los
principales factores que determinan la calidad del entorno
organizativo. Al tener que crear el jefe de proyecto equipos a
varios niveles de la empresa, es importante que las decisiones clave
del proyecto, como los objetivos o las tareas de cada uno, sean
comunicadas de forma apropiada a todo el personal relacionado con el
proyecto. Las reuniones de revisión pueden ser un buen
medio. |
Siempre, deben mantener y desarrollar sus conocimientos
técnicos en el campo de trabajo, ya que sin entender la
tecnología que están manejando no se ganarán la confianza de los
miembros del equipo , ni crearán credibilidad en los
clientes. |
El jefe de proyecto debe buscar un estilo de liderazgo
que le permita adaptarse a las enfrentadas demandas de clientes,
miembros del equipo y organización, sin tener miedo de variarlo si
es preciso para estar en consonancia con lo que se exige en cada
momento. |
Sus propias acciones influyen decisivamente en el clima de
trabajo del equipo. Su preocupación por los miembros del equipo,
su habilidad de integrar los objetivos y necesidades personales de
los componentes con los objetivos de éste y su capacidad para crear
entusiasmo por el trabajo estimulan un ambiente de gran motivación,
involucración en el trabajo, comunicación abierta y un mejor
resultado final del proyecto. |
En cuanto a su habilidad para manejar los conflictos,
deben conocer las principales causas que los determinan en su
entorno y los momentos más probables en que ocurren en la vida de
los proyectos, deben considerar la efectividad de los modos de
resolución de conflictos que han utilizado en el pasado y
experimentar con modos alternativos si sienten que se precisa una
actuación mejor. |
Los jefes de proyecto deberían tratar de acomodar los
intereses y deseos profesionales de los integrantes del proyecto,
cuando se les asigna sus tareas. El resultado del mismo también
depende de lo bien que se les proporcionen trabajos desafiantes para
motivarles y de lo bien que se encajen sus objetivos
personales en los del
proyecto.. |
Resumiendo, podríamos decir que:
LA
MOTIVACIÓN INTRÍNSECA DEL PERSONAL DEL PROYECTO ... |
|
 |
-
Conocimientos
- Capacidad de establecer lazos de
amistad
- Reto del trabajo |
 |
- Énfasis en la penalización
y...
- ... en la
autoridad
- Poca habilidad en
conflictos |
LA POSICIÓN
DE PODER DEL JEFE DE PROYECTO ... |
|
... depende de:
- Lugar que ocupa en la empresa
- El alcance y naturaleza del
proyecto
- Autoridad que se haya ganado
- Capacidad de influir en la promoción y
futuros trabajos de los participantes
|
COMENTARIOS
EULOGIO NAZ: «Para liderar grandes equipos hay
que ser experto en aunar voluntades »
Extracto de la entrevista con el máximo
responsable mundial de consultoría de Arthur D. Little. A partir de este
momento, su reto será gestionar el crecimiento de un equipo de 3.000
profesionales.
Pregunta.- ¿Se va a rodear de un nuevo
equipo? ¿Qué cualidades busca en la gente que le rodea?
Respuesta.- De
momento, me voy a nutrir de los socios que ya estaban en la firma aunque,
ni qué decir tiene, que el hecho de haber tomado esta posición nos obliga
a reforzar el equipo en algunos mercados. Lo que vamos a buscar es gente
que tenga lealtad al proyecto, a la idea que queremos sacar adelante. Esto
es fundamental, porque sin un alineamiento no se puede conseguir nada. Lo
segundo que pido a esos hombres y mujeres es que vibren con el trabajo,
que entiendan cuáles son las variables que tienen que gestionar. Que hagan
negocio, y que sean personas con criterio, y que, por ende, se lleven bien
con el resto de los socios. Hay personas que pueden resultar enormemente
brillantes en el negocio pero que, por su carácter no cuadran con el resto
de compañeros. La tercera, que disfruten estando con los clientes, que
tengan capacidad de mantener una relación de absoluta confianza a largo
plazo con ellos, incluso hablo de saber convertirlos en amigos. En último
lugar, aunque no por último, que sean excelentes profesionales, capaces de
añadir valor al cliente. Ése es nuestro mayor éxito, y un valor fijo en
una firma de consultoría.
Entrevista completa en http://www.todotrabajo.com/actualidad/entrevistas/entrev_014.htm